El futuro de López

Hace rato que el operativo para instalar a José María López en una butaca de la Fórmula 1 se convirtió en una novela desgastante e incierta. Y la historia continúa, aunque los plazos se agotan y la hora de la definición se avecina. De hecho, hoy podría conocerse alguna novedad definitiva según la evolución de las reuniones que aceleran sus allegados en Europa, pero el suspenso podría extenderse un par de días más.

En Madrid, el encuentro entre la gente de Chad Hurley, quien apareció como inversor en el equipo USF1 –el team que había anunciado la incorporación del argentino para sus frustrados planes de debutar en la grilla del campeonato en la primera carrera, en Bahrein–, y José Ramón Carabante, presidente del equipo Campos Meta, se prolongó por unas seis horas. Allí también estaba la gente de López, Felipe McGough y Víctor Rosso. "Estamos avanzando; hoy (por ayer) todavía no concluyó nada. Vinimos a Europa en busca de soluciones y seguimos en eso. Esta fue una reunión para que las dos puntas se unieran, para que se vieran cara a cara y que dos equipos debilitados confluyan en un proyecto más sólido. Se contaron sus situaciones y sus necesidades. Nosotros tratamos de aunar criterio, de acercar a las partes. Cada uno tiene cosas para aportar, sea gente o estructuras. Ahora estamos esperando una resolución positiva, digamos de acá al viernes. Nuestro interés es que Pechito corra".

Hoy habrá una segunda reunión entre los americanos y los españoles. El equipo ibérico ya cuenta con el brasileño Bruno Senna; Pechito busca esa eventual segunda plaza, a la que también aspira el indio Karun Chandok.

Mientras tanto, el piloto, de 26 años, aguarda noticias en Córdoba, donde sigue adelante con su preparación física. McGough describió su estado de ánimo de una manera favorable. "Hablamos con él y con los sponsors. Todos están al tanto de cómo marcha la gestión. Pechito está bien, mucho mejor de lo que la gente cree", aseguró. Y agregó que el piloto "volvió a la Argentina para terminar de arreglar lo que quedaba pendiente por la superlicencia". Ese tema también había generado alguna incógnita; según McGough, la documentación ya se presentó a la FIA.